Escrito por Nina Rossel
Un viaje a través del tiempo y la identidad
¿Te imaginas transportarte en un tranvía por los años de 1903 a1914 en Panamá? Definitivamente, una década decisiva para este país, pues en este período comenzó su camino como una república independiente y además, ocurrió la inauguración de su obra más icónica: El Canal que une a dos continentes.
Con este contexto por delante, durante toda una semana, La Manzana de Santa Ana albergó el Festival de Historia de Panamá, lugar donde se desarrollaron gran diversidad de actividades que tuvieron como propósito resaltar la rica herencia cultural del país.
En esta segunda edición, la visita de gran cantidad de estudiantes de la capital, familias, educadores y hasta entusiastas, fue un gran indicativo de que existe un gran interés por aprender sobre la historia panameña.
Recorrido Interactivo y Temático
De una manera amena e interactiva La Manzana dividió sus espacios para mostrar un recorrido de cuatro ejes temáticos: la migración y cultura que se dio en aquel tiempo gracias a la construcción del Canal, la Banca y el comercio, la política con la evolución de la democracia y el papel de la mujer durante estos años, y el tranvía, que reflejó la vida cotidiana del panameño y la visión de país a través de un micro teatro.
Migración y Cultura: Este eje exploró cómo la construcción del Canal de Panamá no sólo fue un logro de ingeniería, sino también un punto de inflexión que atrajo a migrantes de diversas nacionalidades, especialmente china, italiana, indostán, judía y afroantillana. La interacción de estas culturas enriqueció la identidad panameña, dando lugar a una fusión de tradiciones, idiomas y costumbres que aún perduran.
Banca y Comercio: Este apartado presentó una cronología del desarrollo bancario en Panamá, mostrando cómo el canal estimuló el comercio y la inversión. Además, los asistentes pudieron observar una exposición de monedas de la época, lo que les permitió apreciar la evolución económica del país.
Política y Democracia: Aquí se analizó la evolución de la democracia panameña durante este periodo crucial, así como el papel vital de la mujer en la política y la sociedad, hasta la actualidad y su influencia en la sociedad.
El Tranvía: A través de un micro teatro inmersivo, los visitantes tuvieron la oportunidad de experimentar la vida cotidiana de los panameños de la época. Actores representaron escenas de la vida diaria, permitiendo a los asistentes sumergirse en la realidad social, económica y cultural de principios del siglo XX.
Organizado por la Fundación CREEA, el voluntariado de jóvenes universitarios y de las personas de la barriada de Santa Ana fue decisivo, pues hizo posible el éxito del Festival, pues gracias a su iniciativa, tomaron los diversos espacios para ser los guías principales de la exposición, incluyendo la micro obra de teatro.
Además, el festival incluyó 16 conferencias de expertos en materia histórica y cultural, quienes compartieron sus investigaciones sobre momentos clave que forjaron este país.
Conectado pasado y presente
Uno de los principales logros del Festival fue promover la identidad cultural panameña e integrar a los visitantes a cada una de las salas interactivas lúdicas, sobre todo a los más jóvenes; de esta manera, se busca promover la importancia de conocer y valorar las raíces que hacen la historia.
Los organizadores resaltaron que este tipo de eventos son esenciales para la educación y el desarrollo de un sentido de pertenencia en las nuevas generaciones, indicando que quién conoce su historia, conoce su pasado, presente y futuro.
Por su parte, muchos asistentes expresaron un entusiasmo palpable por la experiencia, afirmando que el evento les permitió conectar de manera significativa con su herencia cultural, destacando lo enriquecedor que fue participar en las actividades interactivas. «Es asombroso ver cómo nuestra historia cobra vida de esta manera», comentó una estudiante, mientras que una madre de familia enfatizó la importancia de que sus hijos comprendan el legado de su país. Otros asistentes señalaron que el festival no solo fue educativo, sino también entretenido, y pidieron que se realicen más eventos como este en el futuro. «Aprendí cosas que nunca había considerado sobre mi propia historia», afirmó un joven entusiasta.
Definitivamente, el Festival de Historia de Panamá ofrece una manera única de aprender y reforzar el conocimiento sobre la historia del país, dejando así una huella positiva, promoviendo un sentido de orgullo nacional y un deseo colectivo de seguir explorando y celebrando la rica historia del país, proporcionando así un entorno inclusivo y educativo que no sólo honra el pasado, sino que también inspira a las futuras generaciones a seguir explorando y valorando su herencia cultural.
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