Escrito por Nina Rossel
Más allá de las palabras
A pesar de que mi gran pasión es el tejido, hace tiempo realicé este cartel con un material reciclado que tenía en casa, el cual no es perfecto ni mucho menos, pero para mí es arte, así de sencillo. Si mal no recuerdo, creo que fue en el año 2018, cuando encontré unas barras de pintura que le había comprado a mi hijo y empecé a dar rienda suelta en esa tablita, impregnándola de colores y luego estampando en ella a punta de pincel, palabras de gratitud.
Para mí, esta pequeña obra ha sido muy significativa, en primera instancia me recordó mucho mis años de estudiante universitaria, en el que me dediqué un rato a pintar objetos decorativos de madera para vender y así, no sólo pasar mi tiempo, sino también ayudarme económicamente.
Y es que en un mundo que se mueve a mil por hora, detenernos a reflexionar sobre lo que valoramos puede ser un ejercicio poderoso y una forma de meditación, que se manifiesta a través de las manualidades, tal como pasó en mi caso con esa tablita que cuelga en una de las paredes de mi casa. Estas actividades creativas no sólo nos permiten expresar nuestra individualidad, sino que también se convierten en un vehículo para transmitir mensajes de gratitud.
Actos de creación hechos desde el corazón
Las manualidades son una práctica que van más allá de la simple producción de objetos, y esto es lo que me encanta de este hecho, pues además de ser realizados de forma artesanal, tienen también una carga emocional, que la persona deposita en la creación, podrían considerarse entonces, un acto de amor y dedicación.
Al elegir un material, darle forma y, finalmente, agregar un mensaje, estamos canalizando nuestros sentimientos hacia quienes nos rodean o simplemente, darle un toque especial a un lugar de nuestra vida. Un simple papel decorado, una pulsera tejida o una pintura pueden llevar consigo un mensaje profundo: “Te agradezco por estar en mi vida”.
En un mundo digital, donde las palabras a menudo se pierden en la inmediatez, una manualidad hecha a mano puede convertirse en un regalo significativo, y mucho más aún si está cargada de un mensaje de gratitud, que puede reconfortarnos el alma. Estas manualidades, al ser tangibles, trascienden en el tiempo y se convierten en recuerdos que se pueden tocar y sentir, tal como mi tablita.
Crear o transformar algo, ya sea para nosotros mismos o para alguien más, genera una conexión emocional profunda. Al poner nuestras manos en acción y destinar tiempo a crear, enviamos un mensaje claro de gratitud, no se trata sólo de lo que creamos, sino de la intención y el amor que ponemos en cada proyecto, generando incluso que llegue a convertirse en un acto sanador.
Así es como a manualidad se convierte en un efecto transformador y transmutador a la vez; así que la próxima vez que te sientas inspirado o inspirada, considera plasmar ese sentimiento en una manualidad; no solo crearás algo único, sino que también sembrarás algo más grande.