Escrito por Nina Rossel
Hacia una verdadera inclusión
“Somos campeones” ¿te suena ese título?, pues se trata de una película española de Javier Fesser que tuvo gran éxito, pues aborda de forma espontánea el tema de la discapacidad intelectual y le da la vuelta a la tortilla, tanto así que el año pasado salió una segunda parte.
Tal como afirma el activista estadounidense Robert Hensel: “Conóceme por mis habilidades, no por mis discapacidades”, ciertamente el tema se ha vuelto mucho más perceptible, lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿El hecho de que sea más visible efectivamente contribuye a la inclusión? No siempre es así, y la sociedad nos lo demuestra a diario.
He podido percatarme a través de mis propias redes sociales, que los Trastornos del Espectro Autista (TEA) aún son un tema tabú para la sociedad, hay mucho desconocimiento sobre el asunto, el cual muchas veces es poco abordado, por tal razón hay mucho escepticismo al respecto.
En este sentido, es válido mencionar el Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y Problemas Relacionados con la Comunicación, mejor conocido como Método TEACCH, el cual es un enfoque educativo y de apoyo para personas con trastorno del espectro autista que favorece la autonomía, la comprensión y la comunicación, mediante un enfoque personalizado para su desarrollo; y que debe ser aprovechado tanto por padres, familiares y terapeutas que se desempeñen en el área.
Lo anterior es antesala para abordar el enfoque “La creatividad y los valores inclusivos en la discapacidad”, conversatorio realizado en la ciudad de Panamá y que tuvo como invitado al especialista en esta materia, Fernando Recoba, director del Centro Cultural Tarobá en Montevideo, Uruguay, comunicador y profesional de la inclusión, con especial énfasis en el arte y el teatro.
Organizado por el Centro de Salud Emocional Exprésate, la actividad se convirtió en un enriquecedor encuentro con estudiantes y profesionales en esta rama, en la cual el licenciado Recoba brindó herramientas y tips para comenzar a cambiar la metodología, conceptos y enseñar no sólo a la persona con esta situación, sino también a su entorno; pues la principal barrera siempre se encuentra en la propia familia, comenzando por los padres.
Desde la visión del especialista uruguayo, cualquier diagnóstico estigmatiza, y lo que no se termina de entender es que no existe nada estandarizado. “Seguimos normalizando cuando no debe ser así, los técnicos están acostumbrados a focalizar la condición y no el contexto. La tendencia a estandarizar o normalizar a la población juega un papel muy importante en la medicalización; por ello es importante capacitarse y dejar que ellos te enseñen, cambiar de visión, entenderlos desde su poder de autonomía y buscar herramientas para que el contexto se haga realmente inclusivo”.
Este 2024, el Centro Cultural Tarobá cumplió 25 años brindando una metodología que logró certificarse como educación efectiva. “A través del arte, las personas en situación de discapacidad aprenden las materias curriculares como matemáticas, geografía y demás, y en base a eso se insertan educativamente para luego incorporarse laboralmente en el mercado sociocultural de Uruguay”.
Recoba destacó que en 2021 lograron la certificación ISO 21001:2018 Sistema de Gestión de Organizaciones Educativas, el cual es el primer estándar internacional para centros educativos que puedan demostrar su capacidad para apoyar la adquisición y desarrollo de competencias a través de la enseñanza. “Somos los primeros en el mundo que la tenemos en un proyecto de educación y discapacidad”, indicó.
Esta metodología de enseñanza ya tiene presencia en más de diez países. “No es presencia física, sino que vamos a diferentes países como España, Estados Unidos, Colombia, México, Ecuador y otros países de América Latina, donde asesoramos, apoyamos y somos aliados de muchas organizaciones pares”.
Abordando la discapacidad en Panamá
Esta es la segunda vez que Recoba visita Panamá, su objetivo en esta oportunidad es generar una primera instancia de trabajo en red para conocer cuáles son las necesidades puntuales de los colectivos y de los profesionales en este país, para luego trabajar en conjunto. “El primer paso es hacer un sondeo para saber en qué nivel estamos en materia de inclusión, en género, en diversidad; para poder ser el puntapié inicial y lograr un proyecto en común de aquí en más, e ir hacia los objetivos planteados por Naciones Unidas y por derechos humanos a nivel internacional”.
Recoba conversó un poco sobre su visión durante los días que permaneció en el territorio itsmeño, recorriendo diversos lugares. “Lo que pude ver estas semanas es que la inclusión en diferentes áreas está en proceso de desarrollo. A nivel motriz he visto estructuras a un nivel aceptable, habría que mejorar de acuerdo a las normas internacionales, pues aún no están dadas”.
“Me parece importante que Panamá tiene el nivel de normativa, es decir, la reglamentación está allí; sólo estaría faltando el seguimiento y el nivel de control de calidad de ese estatuto, e igualmente habría que extrapolarlo de la inclusión educativa a la laboral y hacia otros ámbitos, pues ese es el deber que tenemos puntual de aquí en más”, esbozó.
La directora del Centro de Salud Emocional Exprésate, Meiling Acevedo, concuerda que aún hay mucho por aprender. “Es un tema con el que muchas veces no estamos familiarizados por la estigmatización del mismo, y esto nos lleva a visibilizarlo de una manera diferente. Lo importante de este encuentro es que nos ha permitido conectarnos para poder emplear esta información e integrarla para darla a conocer a las familias, los equipos de salud y la población general, hablar ampliamente de un tema poco abordado en nuestra sociedad, que tiende a normalizarlo todo, pues no se ve la diversidad humana”.
Tal como lo dice el actor español Jesús Vidal “Los prejuicios son una gran discapacidad”, lo anterior refleja que Panamá enfrenta múltiples retos en esta materia, pues más allá de ayudas económicas y certificaciones otorgadas por el Gobierno, es fundamental tener un personal realmente humano que pueda brindar apoyo terapéutico y educativo, que permita a este sector obtener herramientas que le permitan adaptarse de mejor forma a las demandas del entorno, a través de una verdadera inclusión; pues “No puedes basar tu vida en las expectativas de otra gente”, tal como lo dice el cantautor y activista Stevie Wonder.
Por si te interesa el tema y deseas profundizar aún más, Fernando Recoba regresará a Panamá en el mes de enero de 2025. Puedes conocer más de su trabajo en su red social y en la página web del Centro Cutural Tarobá.
